Enfrentar la hoja en blanco... y otros desafíos que el viaje renueva

Enfrentar, hacer frente, mirar de frente...

Animarnos a dar ese primer paso, ese primer trazo siempre - en viaje o fuera de él- es un momento desafiante (o al menos lo es para la gran mayoría de las y los simples mortales que llegamos a lugares como este blog).

Si bien coincidimos en que la vida misma nos llena de momentos en los que toca decidir sobre miles de opciones, en los que toca "inaugurar" hojas completas; podríamos decir en que la vida viajera nos expone a una dosis extra de estas situaciones.

Cuando hablamos de viajar, la hoja en blanco se asemeja a un buscador de vuelos con datos por ser completados, a momentos de marcar mapas o poner cruces en calendarios vacíos... Cuando estamos viajando, las hojas en blanco comienzan con grandes o pequeñas decisiones, con continuidades o rupturas, con visas y rutas...

Independientemente de la intensidad vivida en cada caso, la sensación de tener que empezar de cero muchas veces es la que termina mareándonos...

Pero aquí algo que quizás haya pasado desapercibido: si prestamos atención vemos que las hojas en blanco nunca están taaaan en blanco... siempre hay algún paso previo dado, siempre hay algún trazo, boceto o marca de una hoja anterior...

¿Qué quiero decir con esto? que somos personas con historias, que nuestras búsquedas y sueños se vienen tejiendo hace tiempo... que, aunque quizás no tenés tu vuelo sacado o tu fecha definida, probablemente hay algún aspecto de tu viaje donde ya hiciste algún paso aunque no lo hayas notado... Que a veces los trazos son sutiles, o simplemente se nos pasan de largo...

Lo que asusta de la hoja en blanco muchas veces es ese empezar "de cero", ese sentir que no hay marcas o señas que nos guíen en un camino nuevo... y sin embargo si nos detenemos podemos observar que de una manera más o menos lineal, algún camino está hecho...

A ver si logro explicarlo con un ejemplo: Juanita sueña hace años con irse por un año a recorrer Sudamérica, lleva 5 años en el mismo trabajo y siente que lo único que hizo fue perder el tiempo. Se dispone a "enfrentar" su hoja en blanco, y si presta mucha atención puede que vea que en estos 5 años quizás ahorró algún dinero, o aprendió algún idioma, o llegó a conocer cosas de sí misma que hoy le permiten elegir ese viaje - por más postergado que sea- . Si Juanita mira la hoja en blanco y la siente "suelta", probablemente perciba que estos 5 años solo la oxidaron... pero si ella se permite entender su propio recorrido como un continuo (no lineal) quizás vea cómo el haber podido vivir sola por ejemplo es hoy una gran herramienta para lo que viene, o que haber leído de determinados viajes y emocionarse profundamente le permite tener una "brújula interna" que la oriente en el mapa... o hasta puede percibir que estos años viviendo de su propio sueldo le enseñaron a administrarse y que eso se convierte en un gran recurso en el movimiento...

Si seguimos en esta línea de que existe una "continuidad", no solo notamos que hay historias que nos sostienen y aportan desde el pasado; sino que también hay futuros que van a presentar nuevos desafíos.

- y acá quizás pienses que simplemente perdí el hilo, pero te invito a seguirme un tantito más que estoy convencida que esto termina teniendo algún sentido-

Lo que quiero decir es: ni esta es nuestra primera hoja en blanco ni va a ser la última. La vida entera es una sucesión de pequeñas y grandes decisiones, y no podemos asumir que la decisión que nos toque ahora es la "ganadora", la que termine el sufrimiento, la que nos libere del desafío.

Tejer la vida, tejer el viaje...

Reconocer los pasos dados, mirar lo conseguido y saber que nos espera un camino de seguir consiguiendo una y otra vez...

Hoy decido compartirte esta reflexión porque es esa es la claridad que me ayuda a mirar de frente esa tan temida hoja en blanco; a encarar el momento de decidir, entendiendo que ya sobreviví antes y que me tocará seguir haciéndolo.

Y acá la potencia no está solo en "saber que sobreviví antes" (y por ende puedo sobrevivir ahora) sino de que ese haberlo hecho antes me da información sobre las maneras en que pude hacerlo de nuevo, las herramientas que tuve, las estrategias que funcionaron y las que no tanto.

Una vez más, estoy hablando de Autoconocimiento 101...

Hablo de conocerse en la versión más básica posible: cómo me siento más a gusto, en qué momento estoy respecto a esa hoja en blanco en particular, cómo "funciono mejor"...

Desde ese saber de las propias maneras y habilidades, podemos tomar decisiones que nos ayuden a crear la estrategia más adecuada para tomar esa decisión que nos toca. Si funciono mejor planificando con mucho tiempo, o si en general soy de accionar en las últimas semanas; si necesito que alguien me acompañe, o si prefiero hacerlo sola; si comenzar por lo más difícil me alivia, o si prefiero ir de a poquito.

En el vivo que hice este martes (te dejo el link acá para que lo veas) nombré dos posibles maneras de afrontar el momento de la hoja en blanco. Ahí , brevemente desarrollé dos propuestas que surgen de espacios ligados a la productividad y a la psicología cognitiva. Quizás más adelante haga un artículo sobre ellas; por ahora mi invitación es a que a partir de ese "conocerse"( que es un reconocerse) puedas pensar cuál se va a ajustando más a tu momento y tus posibilidades...*

Quiero contarte que este artículo viene a nacer tras 4 meses de un Blog silenciado... esta reflexión tiene que ver con esta nueva hoja en blanco que apareció en mi camino, espero la disfrutes, te aporte y que sigamos dialogando...

Si te interesa el tema, si andás con ganas de enfrentar tu hoja en blanco del viaje, además de ver la grabación del vivo que te comentaba, te invito a que te sumes este 19 de Marzo al Taller Online sobre el "Oficio Viajero: herramientas para comenzar el movimiento" que vamos a estar compartiendo esta semana (podés inscribirte acá de manera totalmente gratuita).